
Jan Amos Komensky (John
Amos Comenius), nacido
en 1592 en República Checa, y fallecido en 1670, fue un teólogo, filósofo y
pedagogo, que ha dejado un legado más que importante en la historia de la
educación.
Indignado
por los métodos educativos establecidos en su época; en un contexto de
violencia, guerra, manejándose un adoctrinamiento religioso y rígido, en donde
los niños sólo acataban a través del miedo, sin la oportunidad de elaborar y
manifestar pensamientos y sentimientos propios, Comenius elaboró y trabajó
apasionadamente en poder lograr una reforma educativa, para transformar la
realidad social y así llegar a la paz mundial. Él creía que la clave para
llegar a ello estaba en la educación.
Fue
un trabajo muy duro llegar a cambiar los métodos tradicionales basados en el
uso de la violencia. Hizo hincapié en que el maestro debía conocer primero las
cosas que enseñaba y además aprender que no debe avanzar mientras los
conocimientos básicos no estén firmes en la mente del alumno.
Comenio,
centró su esfuerzo en un modelo pedagógico que reglamentara cómo y cuándo se
debe enseñar, dando vital importancia al niño como objeto del acto educativo al que se le debe estimular positivamente
para que desee adquirir conocimiento, de una forma sencilla y activa,
promoviendo el uso de todos sus sentidos para una incorporación más completa y
productiva.
Diseñó una arquitectura de cómo debían ser construidas las escuelas: con patios, jardines, etc., deseando que “...esta llamara la atención de los alumnos: con árboles alrededor y flores en las huertas.”
Desarrollando
su actividad de maestro fue cuando Comenius reaccionó contra el sistema de
enseñanza utilizado en las escuelas y propuso nuevas ideas en relación a la forma de enseñar, con la idea
de que los alumnos aprendan con gusto, estudiando no por obligación si no por
satisfacción.
En el año 1621, tras la guerra y la
orden a los soldados de terminar con todo lo que se relacionara con el
protestantismo, Comenius tuvo que huir.

Entre
sus escritos, un aporte de gran importancia, es «Orbis-Pictus», un libro escolar considerado hoy en día como el primer libro ilustrado para niños.

En
este nuevo período de tranquilidad, logra recopilar sus escritos pedagógicos, y
se publican allí mismo en Amsterdam en 1657 con el título de «Opera didáctica
omnia», de la cual su obra cumbre «La Didáctica magna» dedicó a la ciudad de
Amsterdam.
Uno de los valores más importantes que Comenius sostenía es que todos, hombres y mujeres, ‘...tenenemos el derecho y la obligación de crear y cambiar el mundo de acuerdo con nuestras ideas, y según nuestra conciencia’. Comenius y su obra, es de los legados más importantes dedicados a la educación y es un ejemplo de fuerza y perseverancia para la construcción de un mundo mejor.
Sofía
Navarro Bing
Bibliografía
Aportado por la docente:
Y la "La importancia de Comenius en la Pedagogía.pdf"
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